Narradora: Había una vez, un lugar mágico, donde todos
vivían en armonía, donde el león protegía a los conejos, donde los camaleones
eran íntimos amigos de las moscas y los mosquitos eran tan felices que ni
siquiera picaban.
¿Sabéis cual era el secreto de
esa felicidad? Pues veréis, Miguel el Ciempiés, alcalde de esta ciudad, tenía
siempre puesto los calcetines de los buenos sentimientos. Gracias a ellos
lograban la felicidad plena, pero… si se los quitara… ¡Uf!, ¡no quiero ni
pensarlo!
Rosa Mariposa: ¡Ahhhh! ¡Dios míoooo! ¡Qué cabeza! ¡Ay!
¿Dónde los guardé? ¡Madre mía esto es una ruina!
Narradora: ¿Qué te pasa… Rosa?
Rosa Mariposa: ¡Ayyyy! Hola María, hola Leo, ¡hola a todos
los niños y niñas! ¡Ayyyy! Que me han encargado limpiar los calcetines de
nuestro alcalde, ¡y no tengo ni idea de donde los he puesto!
Narradora: ¡Ay Rosa! Tu siempre tan descuidada. No te
preocupes porque ¡te ayudaremos a encontrarlos!
En la ciudad, la alegría que se
respiraba se había convertido en tristeza, los buenos sentimientos se habían
esfumado, los animales discutían, se peleaban y eso ¡no gustaba nada al alcalde
Miguel!
Miguel el Ciempiés: Tenemos que actuar todos juntos, ser
fuertes y ayudarnos para volver a ser el pueblo tan alegre que éramos hasta
ahora. Estos niños y niñas… podrían ayudarnos ¿no?
Rosa Mariposa: ¡Tengo una idea! ¡Yo!, ¡yo!, ¡yo! ¡noooo, no!
No aparecen, ¡aquí vamos a estar tristes siempreee!
Narradora: Como podéis ver, Rosa Mariposa está un poco
¡loca!
Miguel el Ciempiés: ¡Hum!, creo que si decimos estas
palabras mágicas los calcetines aparecerán: ¡zas, zas, zas, que los calcetines
aparezcan YA!
Narradora: Por más que lo repitieron, los calcetines no
aparecieron…
Rosa Mariposa: ¿Qué hay más poderoso que unas palabras
mágicas? ¡Ayyyy! Vamos a tener que mudarnos por mi culpa ¡¡¡Me corto las
alas!!!
Mila la Hormiga: ¿Más poderoso que unas palabras mágicas no
hay nada? ¡Estáis muy equivocados! La risa de los niños y niñas es lo más
poderoso del mundo, ¡la felicidad mueve montañas, amigos y amigas!
Miguel el Ciempiés: Pues qué casualidad, porque… esto está
lleno de niños y niñas ¿Nos queréis ayudar?, reíros fuerte… más, más, más…
Rosa Mariposa: ¡Aaaa…ahí están! ¡Gracias niños y niñas!,
¡muchísimas gracias! Los niños y niñas del colegio San Juan de Ribera nos han
ayudado, ¡muchísimo!
Narradora: Y fue así como los niños y niñas del cole San Juan
de Ribera ayudaron a devolver la Felicidad a este maravilloso lugar.
¡Y colorín colorado…
aparecieron los calcetines olvidados!
Original de María Galán Gil para el Taller de Animación a la Lectura en Educación Infantil.
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